sábado, 23 de febrero de 2013

A río revuelto...

Me despierto con el frío que nos ha llegado esta noche. Leo prensa en internet y pienso acerca de la manifestación de esta tarde. Mi pensamiento divaga. ¿Que hace que una manifestación sea importante y acuda la gente? ¿Que hace que después sea trascendente ese movimiento, tenga consecuencias? Navegando, por la mente y por la red, llego a madrilonia.org que nos plantea por escrito la siguiente cuestión:

La pregunta que queda en el aire es ¿cómo pasamos del tiempo del evento al tiempo del proceso? ¿Cómo hacemos para que la Marea arrastre y genere sedimento, para que no sea sólo espuma, para que tras su paso no queden  «cuatro lapas» como decía un cargo del PP? ¿Cómo tumbamos al gobierno y al sistema actual de partidos y avanzamos en el proceso democrático que ya está, irremediablemente, encima de la mesa? En definitiva, ¿cómo rompe la Marea?

Y mi pensamiento asociativo justo después: "A río revuelto ganancia de pescadores". 
Podemos observar ciertos movimientos en la derecha que han tenido lugar en los últimos tiempos y que ciertamente hacen reflexionar, incluso tal vez desde la sospecha.
¿Trias Sagnier contra Bárcenas? ¿el que fue su abogado por la trama Gürtel? ¿Bárcenas contra el PP? ¿El PP contra Bárcenas? ¿Manos Limpias contra la casa del Rey? 
Movimientos verdaderamente insólitos en la derecha de nuestros últimos tiempos. ¿Se trata de una verdadera fractura en la que una facción dura pretende devorar a una supuesta ala moderada de la derecha española? ¿Se trata de una hábil maniobra para instrumentalizar el descontento social fingiendo una purga en la clase dirigente? En ese sentido resonaron en mi las palabras de Esperanza Aguirre ofreciéndose para la renovación democrática. El objetivo parece claro, que cambie todo sin que cambie nada.
 
Ya en 2011 vimos una derecha que trato de alinearse con lo que sucedía en la calle con el fin de usarlo a su favor, y en parte lo consiguieron. Pasadas las elecciones municipales les pareció que ya no necesitaban más utilizar a la gente y a la vez tuvieron miedo de que pudiésemos llegar demasiado lejos, recordemos como en los primeros días de esas protestas oíamos hablar claramente de Revolución, IIIª República y Huelga General Indefinida

Corromper un movimiento social es la tarea más vieja del mundo, emprendida incluso por los amos romanos en las revueltas de sus esclavos. Topos que dificulten el intercambio de información e introducen ideas que distorsionen la conciencia global. Sin duda fue uno de los papeles clave para la desarticulación de las ocupaciones públicas de 2011. 

Durante los primeros días de la ocupación de plaça Catalunya el desarrollo orgánico de la protesta fue sorprendente y fundamental. La ocupación tenía un carácter indefinido y ésto estaba bastante claro en la conciencia global ya que habíamos llegado hasta allí dado que las medidas puntuales tomadas hasta la fecha, como las huelgas de 24h, nos parecían ridículas. 

A mi entender fue una tarea intencionada interrumpir ese desarrollo introduciendo ideas tóxicas, como una mala gestión del tiempo en los debates o la temporalidad de la acampada, idea que corría sin sustentarse en ningún argumento y que cobró fuerza sólo gracias a la repetición. 

El gran logro para desarticular la protesta pública más importante de España en los últimos treinta años no fueron los antidisturbios, ni las prohibiciones, si no una combinación entre hacer correr ideas de miedo y desinformar en las mismas plazas acompañado de una campaña mediática de desprestigio incluso en los medios supuestamente de izquierdas.

El reto de la conciencia es verdaderamente un reto revolucionario. Para decidir el futuro, para descubrir como rompe la marea, es necesario mantener clara nuestra conciencia unida al campo global y no aceptar excusas, trampas o trucos de la mente.
¿Cómo pasamos del tiempo del evento al tiempo del proceso? Pues porque las olas no se asustan ni dudan de su objetivo ni de su condición al estrellarse contra las rocas.

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