Con el
recuerdo de Tejero gritando “Quieto todo el mundo!” saldremos a
la calle el sábado pidiendo justicia y democracia.
Hace 32 años
también salió a la calle la ciudadanía pidiendo lo mismo tras el
temor de que un golpe militar acabara con la recién inaugurada
monarquía parlamentaria.
Hoy este
régimen y esa transición nos parecen realmente ridículas y una
mera continuidad con el régimen anterior, queda patente cuando
uno se fija en cómo y quiénes toman las decisiones .
Podemos ver
la elección de la fecha como una conmemoración de aquel reclamo
ciudadano de justicia, libertad y democracia tras el intento fallido
de Tejero. Un reclamo que tuvo lugar el día después, cuando el
golpe ya había fracasado y no hacía falta reclamar nada, pues efectivamente el 23 todo el mundo se quedó bien quieto.
Podemos ver
la elección de la fecha también como un reclamo de fuerza. El
pueblo se dispone a entrar en el Congreso de los Diputados y decir
“Quieto todo el mundo!”. ¿Puede el pueblo, de modo horizontal y
sin ostentar pistolas, dar un golpe de Estado? Hace unos días el
gobierno de Bulgaria, dimitió en respuesta a la presión popular.
¿Podemos considerar la caída del gobierno búlgaro producto de un
golpe de Estado perpretado por el pueblo? Sabiendo que el Estado es
el propio pueblo vemos claramente la contradicción si alguien
afirmara lo anterior. Parece y creo evidente la diferencia de
legitimidad entre Tejero y los manifestantes búlgaros.
Si una
fuerza armada atenta contra el gobierno, está atentando contra el
Estado en tanto que el poder del gobierno emana del pueblo, que es
el verdadero Estado.
Si el pueblo
de manera pública y pacífica rechaza al gobierno, es el propio
Estado el que destituye a sus gestores.
Un guardia
civil no puede destituir al gobierno, sin embargo el pueblo si puede
destituirlo pues el pueblo es soberano y el gobierno subordinado. El
pueblo es el Estado por eso podemos decir que en Bulgaria el Estado
ha destituido a sus representantes, que lo han asumido a través de
la dimisión.
MariyaPetcova dice en su artículo para al-Jazeera que el pueblo búlgaro
no es dado a la protesta social y que haya salido a la calle es algo
excepcional, que implica no solo una disconformidad con medidas
concretas del gobierno, si no toda una crítica al sistema y una
nueva práctica democrática.
El pueblo,
es el Estado, y este sábado estará en la calle. El gobierno y la oposición deberían asumirlo y retirarse. Afrontamos un primer reto al
escoger que somos soberanos, que los políticos son nuestros
subordinados, que la oligarquía es una perversión del capital
social que pone en riesgo el capital económico como bien público.
Que ambos capitales son patrimonio de todos, energía que fluye y no
debe servir intereses que no sean el bien común.
24-F El
pueblo es el estado
Supongamos
que el día 24 por la mañana, después de que la ciudadanía tome la calle de forma masiva en la noche más fría del año, comparece el presidente del gobierno
Mariano Rajoy y anuncia la dimisión en bloque del gobierno y la
convocatoria de elecciones. El pueblo, del que formamos parte cada
uno de nosotros, no contento con eso y considerando el sistema un
fraude en sí continúa con la protesta. Imaginemos que el mismo
domingo por la noche, igualmente a causa de la presión popular,
abdica el monarca Juan Carlos I y anuncia el exilio de su familia. Pongamos que lo que
queda de los representantes políticos y otros supuestos prohombres
de nuestra sociedad aceptan la situación y valientemente anuncian un
gobierno de transición, concentración o como quieran llamarle e
inician un nuevo periodo constituyente protagonizado por la ciudadanía.
Ahí
tendremos el reto de saber realmente que el pueblo es el Estado y la
oportunidad de decidir como va a ser el país y el futuro. Ahí se va
a jugar la partida más importante y deberemos jugarla bien para
evitar que de nuevo los poderosos nos la vuelvan a colar para
continuar defendiendo sus privilegios y ostentando sus posiciones.
Tomemos buena cuenta de como nos ha salido eso que se llamaba
transición y imaginemos como sería una futura república al frente
de la cual tuviéramos a Aznar invitando a Berlusconi a la Zarzuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario